15-01-2024
Y eterna, la llama de mi corazón sube en espirales a iluminar el horizonte.
-Alfonsina Storni, “Llama”
Cada día de semana la alarma del celular comenzaba a sonar a las 6.30 de la mañana.
Los años de soledad habían acrecentado su pasión por la sincronía, a tal punto de haber cronometrado el tiempo que le llevaba levantarse, bajar las escaleras de su cuarto, llegar al baño, hacer el matinal pis de cada día, lavarse la cara y cepillarse los dientes.
Diecisiete minutos. Exactos. Ni uno más, ni uno menos...
03-11-2022
Se puede morir más de una vez.
El autor
Tosco, un tanto bruto, ese hombre de manos grandes y panza prominente había sido obrero electromecánico toda su vida.
Ese patriarca que alguna vez, parado en la puerta de su casa, había esperado a su hija de 24 años –que iba a casarse al día siguiente– para preguntarle con tono crítico si las once y media de la noche eran “horas de llegar”, yacía en su cama después de haber tenido un episodio de hipertensión que lo había dejado hemipléjico.
07-10-2022
No quiero morir sin cicatrices.
Tyler Durden, en El club de la pelea
Hace tiempo usé como epígrafe de una nota una frase que dice “Por los que supieron dejar una huella en mi vida y no una cicatriz.”. Una forma de distinguir entre quienes tuvieron peso en mi vida y dejaron un recuerdo al que volver con agrado y quienes también pesaron en mi historia, pero a partir de hacer daño.
14-08-2022
A menudo el sepulcro encierra, sin saberlo, dos corazones en un mismo ataúd.
Alphonse De Lamartine
Treinta años, casi once mil días, una barbaridad de horas… “toda una vida”, dirían las abuelas…
Julio Grondona, el “padrino” del fútbol argentino, tenía un anillo con la frase “todo pasa” grabada en su interior. Una frase que el hombre se cansó de repetir a lo largo de su vida.
Cuando falleció la mujer no faltó quien le preguntara acerca de su anillo y si existía la posibilidad de que “esto” también pasara. A lo que don Julio contestó que, si bien era cierto que todo pasa, él moriría antes de poder llegar a ese momento del duelo.
Y así fue. Murió mucho antes de que lograra duelar la muerte de su esposa.
07-10-2021
La herida sanada no es la olvidada, es la que recuerdas sin que duela.
Pablo Neruda
Tal vez sea el momento de abandonar los recovecos del pasado y emerger de la silenciosa penumbra en la que estoy inmerso.
Sacar los pies del sepulcral fango de tristeza y abandonar la tétrica melancolía que mantiene en sombras mi sonrisa.
Quizá ya sea la etapa de aceptar las ruinas y barrer el polvo.
Sin pasaje de regreso
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Adrián Ares tiene 56 años y es Licenciado en Psicología recibido en 1992 en la Universidad del Salvador. Padre de dos hijas y una “prestada” –como él mismo la define– lanzó el blog “Monólogos de un hombre cualquiera” a fines de noviembre de 2016 desde una cabaña en Salto, Uruguay, a la cual va frecuentemente a disfrutar de su otra gran pasión: la pesca.
El blog tiene hoy 80.000 lectores, muchos de los cuales interactúan con el autor en los “Miércoles de reflexión”, una sección de su página de Facebook en la que postea bromas con el único fin de divertirse una vez por semana.
Esta primera entrega es una selección de 60 monólogos, entre los cuales el lector encontrará algunos extractados del blog y otros absolutamente inéditos, para zambullirnos en el caos de afectos que nos embargan cotidianamente en este pasaje de ida sin regreso que es la Vida.