21-12-2016
Alegría es que la mujer que amás te de un beso. Felicidad es saber que mañana va a estar ahí para darte otro.
El autor
La verdad es que no tengo ni la más remota idea de cuándo fue que preparamos la pizza que metió a la alegría y a la felicidad en el mismo bollo. Ése que amasamos hasta lograr la perfecta masa homogénea que hoy es, y que hace que ya no tengamos ni idea de cómo era cada ingrediente original.
Y por eso vamos por ahí, infelices, por absolutamente todo. Sin distinción de harinas...
17-12-2016
–Estás aquí?
–Nunca me fui.
–Por qué te quedaste?
–Por si me necesitabas…
Instagram.com/Escritos
Hace unos días me encontré con mi hija menor a “tomar la leche” juntos. Es increíble cómo van variando las charlas con ella a medida que crece. Alguna vez, “ayer”, cuando llegaba del primario, me contaba de la maestra guacha o de la compañerita con la que se había peleado. Y yo sólo la escuchaba y la aconsejaba.
Hoy la escucho hablar de novio, laburo, su proyecto de viaje a Nueva Zelanda. Y charlo y opino. También ella me escucha. También ella charla y opina sobre las cosas que le cuento de mi vida, esa vida que mientras era chica estaba oculta, silenciada: mis planes, mis sueños, mis alegrías y tristezas.
Y por eso puedo charlar con esta “mujer” de temas tan “de grandes” como el amor.
10-12-2016
El dinero no hace la felicidad, pero causa una sensación tan semejante que hace falta un experto para notar la diferencia.
Hugo Guerrero Marthineitz
Navegar es un placer espiritual, pero necesitás 25 lucas verdes para comprar el barco. Escuchar en vivo a tu grupo musical favorito es alimento para el alma, pero la entrada cuesta un huevo. Invitar a tu mujer a cenar afuera es una de las tantas formas de decirle “te quiero”, pero vas a tener que pelar la billetera cuando quieras volver a casa…
09-11-2016
Quien tiene magia no necesita trucos.
El autor
–Qué hermosas flores! Son para mí? –preguntó ella.
–Usted es del 5to C? –repreguntó el florista.
–Si... –balbuceó ella sorprendida, con una tenue sonrisa que le bailaba en la boca.
–Entonces son para usted...
30-10-2016
A mí también me dijeron “yo jamás te haría algo así”... y lo hicieron.
Jesús de Santiago
–Viste lo que hizo ese hijo de puta?
Muchas veces, muchas, cerramos comentarios como el que acabo de escribir con esa maravillosa frase exculpatoria, con esa sentencia que nos exime de toda responsabilidad por la merda reinante en el mundo, con esa declaración de principios que deja a los confesionarios como el lugar reservado all inclusive (que alguien me explique alguna vez por qué no es “included”) para aquellos desgraciados capaces de hacer cosas que nosotros de ninguna manera haríamos.
Sin pasaje de regreso
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Adrián Ares tiene 56 años y es Licenciado en Psicología recibido en 1992 en la Universidad del Salvador. Padre de dos hijas y una “prestada” –como él mismo la define– lanzó el blog “Monólogos de un hombre cualquiera” a fines de noviembre de 2016 desde una cabaña en Salto, Uruguay, a la cual va frecuentemente a disfrutar de su otra gran pasión: la pesca.
El blog tiene hoy 80.000 lectores, muchos de los cuales interactúan con el autor en los “Miércoles de reflexión”, una sección de su página de Facebook en la que postea bromas con el único fin de divertirse una vez por semana.
Esta primera entrega es una selección de 60 monólogos, entre los cuales el lector encontrará algunos extractados del blog y otros absolutamente inéditos, para zambullirnos en el caos de afectos que nos embargan cotidianamente en este pasaje de ida sin regreso que es la Vida.