Voy a volverme viento para entrar en cada hueco que dejaste sin cerrar.Vicentico, Nada va a cambiar
Era en abril. Pero podría haber sido en mayo o en junio. O en diciembre.
No hay un mes designado para el entusiasmo.
Era en abril. Y él llevaba mucho tiempo de silencios. De sólo una copa estoicamente erguida al lado de la botella de Malbec que lo esperaba cada noche para ese momento del día en que se abstrae de todo y todo lo piensa. Para ese momento de especias elegidas al azar y chorros de vino agregados a esa salsa que cada vez improvisa…
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